El karting, considerado durante décadas la cuna más pura del automovilismo, vive un momento de debate técnico y cultural. La FIA, a través de su departamento de seguridad y en coordinación con la CIK, ha desarrollado un nuevo sistema de protección trasera para las ruedas de los karts, cuyo objetivo es reducir los accidentes provocados por contactos rueda con rueda.
El dispositivo, conocido como Rear Wheel Protection (RWP), consiste en un conjunto de protecciones plásticas que cubren parcialmente las ruedas traseras, incorporando además unos rodillos interiores que actúan como superficie de deslizamiento en caso de contacto lateral. Con ello se busca evitar que el neumático contrario se enganche y provoque el temido efecto catapulta, una de las causas más frecuentes de vuelcos y accidentes espectaculares en karting.
Aspectos técnicos
El sistema añade un peso aproximado de 1 kg extra por kart (unos 500 g por cada lado) y se fija al chasis mediante anclajes metálicos de alta resistencia.
Entre las especificaciones que se han filtrado en pruebas y documentos técnicos destacan:
- Cobertura mínima del 50% de la circunferencia de cada rueda trasera.
- Separación entre rueda y protector de 15 a 50 mm, con tolerancias específicas.
- Rodillos interiores para disipar la energía del impacto.
- Obligación de diferenciar cromáticamente las piezas ajustables respecto al cuerpo central, con el fin de facilitar las verificaciones técnicas.
Estas normas ya están parcialmente en vigor en campeonatos FIA desde 2024, aunque la especificación dimensional completa continúa en fase de consulta y desarrollo.
Objetivo de seguridad
La filosofía de la FIA es clara: incrementar la seguridad sin comprometer la esencia del karting. En los últimos años se han documentado múltiples accidentes en los que un simple contacto entre ruedas ha terminado con un kart volcado, especialmente en categorías de formación. La nueva protección pretende ofrecer una barrera activa contra ese riesgo, aportando un elemento de contención que limite el contacto directo entre neumáticos.
El debate abierto
El anuncio, sin embargo, no ha dejado indiferente a nadie. El karting tradicional siempre se ha identificado por sus ruedas descubiertas, un símbolo estético y técnico que lo diferencia de otras disciplinas. El hecho de cubrir parcialmente las ruedas supone una ruptura visual con esa tradición.
Entre los argumentos críticos, se mencionan:
- Impacto en la estética y la identidad del karting, al alejarlo de su imagen clásica.
- Aumento de peso, que podría modificar la dinámica del chasis en determinadas condiciones.
- Posible reducción del contacto físico, históricamente parte del espectáculo y la competitividad en carreras de karting.
Por otro lado, los defensores del sistema apuntan a que la seguridad debe prevalecer sobre cualquier otro aspecto, especialmente en categorías de base donde compiten pilotos jóvenes.
Perspectivas de futuro
El calendario previsto apunta a que el sistema podría debutar oficialmente en la Copa del Mundo FIA Karting Academy Junior de 2025. A partir de ahí, su adopción dependerá del resultado de las pruebas y de la aceptación que tenga entre equipos, fabricantes y pilotos.
La gran incógnita reside en la reacción del paddock internacional: ¿aceptará el karting este cambio como una evolución necesaria para el futuro, o lo considerará una alteración innecesaria de su esencia? Lo cierto es que, por primera vez en muchos años, se abre un debate profundo sobre la tensión entre seguridad y tradición en el deporte base del automovilismo.
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