Mientras el karting de competición sigue creciendo en número y nivel en todo el país, hay territorios que están marcando la diferencia desde la base. Galicia y Castilla y León han dado un paso adelante en la formación de pilotos al incorporar, desde hace años, una categoría única en el panorama nacional: la categoría PreRookie, reservada exclusivamente a pilotos de entre 4 y 6 años.
Esta iniciativa, que no está presente en la mayoría de campeonatos autonómicos, representa el primer contacto real con el karting antes de dar el salto a la categoría Rookie —reservada para edades entre 6 y 8 años— y posteriormente a la exigente Academy del Campeonato de España de Karting (CEK). En ese sentido, la categoría PreRookie cumple un papel estructural esencial: es el paso cero, el punto de partida que moldea habilidades básicas, actitud en pista y confianza al volante en una etapa de altísima receptividad para el aprendizaje.
Aunque la categoría no cuenta con clasificaciones oficiales ni cronometrajes visibles, y todos los participantes reciben medallas o premios por igual, no hay duda de que se trata de una de las categorías más importantes y trascendentes en el proceso formativo. En ella no se busca ganar, se busca formar.
En la prueba celebrada este fin de semana en el circuito de As Pontes, han sido 15 los inscritos en esta categoría, un número muy significativo para una franja de edad tan temprana. No obstante, observando el histórico reciente en las redes oficiales de la federación, se constata que tanto este año como el anterior ha habido pruebas donde la participación ha llegado a alcanzar los 22 niños en pista simultáneamente, una cifra que pone en valor la fuerza que esta categoría ha ganado en el noroeste peninsular.
Y los resultados empiezan a notarse. Cada vez es más evidente que los pilotos gallegos y castellano-leoneses llegan a la Academy del CEK con una madurez y preparación por encima de la media. No es casualidad. Todo apunta a que la existencia de esta categoría PreRookie, casi exclusiva de estas dos comunidades, está teniendo un impacto real en la competitividad y nivel de los jóvenes talentos que emergen desde esta zona del país.
Más allá del rendimiento, esta categoría también transmite valores esenciales para el futuro del karting: respeto, espíritu de equipo, familiaridad con el entorno de competición y amor por el deporte desde las edades más tempranas.
Una vez más, el karting gallego y castellano-leonés se posiciona a la vanguardia, demostrando que el camino hacia un karting profesional y sostenible empieza mucho antes de lo que muchos imaginan.
Agradecemos especialmente la imagen que acompaña este artículo, cedida por el padre del piloto Mauro Cubela.
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