En medio del bullicioso ecosistema del karting nacional, donde cada fin de semana emergen nuevos talentos y la competición se respira en cada curva, hemos descubierto un proyecto que merece un reconocimiento especial: la Escuela de Karting IRT, una auténtica fábrica de pilotos con sede en Galicia, que se ha consolidado como un pilar de la formación en el automovilismo regional desde edades tempranas.
Lejos de las estructuras puramente competitivas, la Escuela IRT apuesta por un enfoque formativo, pedagógico y progresivo. Su metodología está dirigida principalmente a niños y niñas de entre 4 y 12 años, ofreciendo una puerta de entrada profesional al mundo del karting sin necesidad de experiencia previa ni estructura familiar ligada al automovilismo. El objetivo es claro: formar pilotos desde cero, con una base sólida tanto técnica como deportiva, bajo un entorno seguro y didáctico.
Más que una escuela, una academia de valores
La propuesta de IRT no se limita a enseñar a conducir un kart. A través de su programa académico, los alumnos aprenden conceptos esenciales como trazadas, frenadas, aceleración progresiva, control en lluvia, respeto a las banderas y, sobre todo, una actitud deportiva y constructiva dentro y fuera de la pista. El equipo técnico de la escuela está compuesto por monitores y entrenadores experimentados, que adaptan la enseñanza a cada etapa del desarrollo del niño o niña.
Esta formación incluye tanto sesiones prácticas en pista como momentos teóricos y mecánicos, donde los pequeños se familiarizan con el funcionamiento del kart: cómo ajustar presiones, qué efecto tiene un cambio en el setup, o cómo identificar ruidos o comportamientos anómalos en su vehículo.
Presencia en el Campeonato Gallego: la Copa Escuela IRT
Uno de los grandes aciertos de este proyecto es la creación de la Copa Escuela IRT, una categoría integrada dentro del Campeonato Gallego de Karting que permite a los alumnos de la academia iniciarse en el entorno de la competición real, pero con normas adaptadas, asistencia directa y un entorno de aprendizaje continuo. Esta copa no tiene como prioridad la victoria, sino el proceso de aprendizaje.
Gracias a esta categoría, la escuela ha sido la vía de entrada al campeonato para decenas de niños y niñas, que posteriormente han ascendido a las categorías oficiales del CGK como Pre-Rookie, Rookie o Mini. El formato habitual incluye una sesión cronometrada y dos pequeñas mangas controladas, donde el personal de IRT sigue a los pilotos desde boxes y pista para asegurar su progresión.
Apoyo institucional y filosofía gallega
La Escuela IRT ha recibido el respaldo de instituciones como Galicia Calidade, que reconocen en este proyecto una vía eficaz de formación, deporte base y promoción de la comunidad gallega. Este apoyo institucional no solo refuerza la credibilidad del proyecto, sino que permite que muchos jóvenes pilotos puedan iniciarse en el karting con garantías, sin necesidad de grandes presupuestos familiares ni complicadas estructuras logísticas.
Además, la filosofía del equipo transmite valores muy arraigados en la identidad gallega: constancia, humildad, cercanía y dedicación al trabajo. No es casual que varios de los talentos emergentes del karting gallego actual hayan tenido su primer contacto con un volante gracias a la Escuela IRT.
Una estructura en crecimiento
En los últimos años, la escuela ha ampliado sus actividades: entrenamientos personalizados, cursos intensivos durante el verano, colaboración con circuitos gallegos para formación in situ, e incluso participación en eventos promocionales y exhibiciones. Su presencia en cada prueba del Campeonato Gallego se ha convertido en habitual, siempre con una carpa identificable, karts adaptados para cada nivel de edad, y un grupo técnico dispuesto a guiar y corregir con rigor profesional y cercanía emocional.
Conclusión
La Escuela de Karting IRT es, sin duda, uno de los grandes descubrimientos del karting gallego. No solo por lo que representa como herramienta de iniciación deportiva, sino por su modelo pedagógico, humano y progresivo. En un mundo del karting cada vez más competitivo, elitista y exigente, IRT ofrece una vía realista, inclusiva y eficaz para que los más pequeños aprendan a competir, pero también a disfrutar, comprender y respetar este deporte desde la base.
Seguiremos de cerca la evolución de esta cantera gallega que, paso a paso, está construyendo el futuro del karting nacional.
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